El proyecto Casona de Chanco parte de la opinión de que la ciudad, su imagen y la memoria que contiene son la base de toda intervención posible tras un terremoto.
Las edificios no son sólo edificios, son también las piezas que, juntas, forman las calles y plazas en las que vivir tantas experiencias o más que en los interiores.
Las imágenes que siguen muestran algunos puntos clave de la estructura de Chanco, que serán clave para entender y poder imaginar cómo puede ser en el futuro.
El espacio público se define como aquel que es libremente accesible por las personas. Plazas, calles, equipamientos… En él hay una facilidad de relación y de encuentros entre los usuarios y es ahí donde se encuentra el carácter que puede definir a un lugar.
El espacio privado es accesible solamente para aquellos que lo poseen, su uso es restringido y su disfrute está condicionado a las relaciones establecidas previamente. Sin embargo, sus límites son también aquellos del espacio público. Éstos pueden ser definidos en una línea opaca (como las fachadas contínuas) o tener un grosor mayor que difumina y sirve de transición (como en el caso de los corredores).
El equipamiento público se compone de aquellos espacios que dan servicio a la comunidad, ya sean escuelas, centros deportivos, centros de salud, etc. Su situación es importante porque son lugares que concentran actividad. En los caminos que conducen a ellos suele haber mayor tránsito, al igual que en el resto de espacios abiertos que lo rodean.
Después del terremoto, se ideó un Proyecto para la Regeneración Integral en Chanco. Ante las complicaciones introducidas por la protección patrimonial, se propone la creación de nuevas bolsas de vivienda en las afueras de la ciudad (marcadas en negro).
El proyecto Casona de Chanco contempla la introducción de estas nuevas viviendas dentro de la ciudad existente, de cara a la gestión conjunta de la protección patrimonial y la necesidad de vivienda.
Este planteamiento implica necesariamente un crecimiento por densidad.
La densidad en este caso se define como la cantidad de habitantes que viven en un área determinada. Al aumentar la densidad, lo que se hace es hacer que más personas vivan en la misma cantidad de suelo. Esto se consigue haciendo viviendas más pequeñas, aumentando el número de pisos de los edificios o ambas.
Al pensar en crecimiento por densidad dentro de la propia ciudad, lo que se pretende es actualizar los edificios y posibilitar que con el tiempo sean también una fuente de ingresos.
En un comienzo, la enorme superficie construida de cada vivienda (que en la mayor parte de casos supera los 250m2) atendía a un modelo de familia señorial atendida por un equipo de servicio.
En la actualidad, las formas de vida ha cambiado. Ya no hay grandes señores, pero sí distintos tipos de familias, desde la pareja sin hijos hasta nucleos que incluyen a tres generaciones, sin olvidar a los allegados.
El pensar en viviendas más pequeñas da pie a poner al día divisiones de propiedad por herencias y, con el tiempo y si las circunstancias lo permiten, dar cabida a viviendas de alquiler que supongan un ingreso para el propietario.
Imágenes:
1. Relación de llenos y vacíos en la zona de estudio [©Gómez Maestro sobre Delso Páez / TIBES / Reclaiming Heritage]
2. Visión conjunta de la ciudad de Chanco, sus equipamientos y su crecimiento [©Gómez Maestro / TIBES / Reclaiming Heritage]
3. Esquemas que muestran una actualización de las tipologías y la posible progresividad en la reconstrucción. [©Gómez Maestro / TIBES / Reclaiming Heritage]